Reseña histórica

Escrita por el Dr. Humberto Hurtado

Las actividades de la Asociación Mexicana de Gastroenterología se iniciaron con su fundación por el maestro Abraham Ayala González el 16 de julio de 1935, en el Hospital General de México.

Sin embargo, sus antecedentes directos se encuentran a partir de 1910, o sea en los años de formación de la gastroenterología mexicana como una especialidad que antes no existía y que vino a ser la razón de ser de la creación de nuestra Asociación. Por aquella época, los médicos mexicanos carecían prácticamente de toda comunicación con los países en los que se estaba practicando la medicina más avanzada. Al referirse a esta situación, el maestro Salvador Zubirán escribió en alguna ocasión que los graves sucesos que ocurrían en el México de aquel entonces “suspendieron bruscamente todo contacto y toda información con el exterior, acentuándose el atraso ya existente al hacer imposible el conocimiento de los avances científicos que se lograban en el mundo y, en particular, la aplicación de técnicas de diagnóstico y de recursos terapéuticos que surgían en forma explosiva en los centros médicos europeos y norteamericanos”.

La falta de comunicación no era, sin embargo, el único factor que originaba el grado de atraso en que se encontraba la medicina en nuestro país debido a las graves carencias de todo tipo, ya que sólo algunos de los más grandes hospitales, entre ellos el Hospital Juárez, por ejemplo, contaba con un solo aparato de rayos X y el Hospital General, -en el cual al ser fundado en 1905 no se había destinado ninguna área para rayos X-, tenía en 1922 también un solo aparato, el cual se utilizaba principalmente para el estudio de problemas de traumatología.

A pesar de todos estos obstáculos, los médicos de aquel entonces lograron superar carencias y limitaciones difíciles de imaginar ahora, y habían hecho sus estudios en condiciones de pobreza y de enormes dificultades en la época revolucionaria, pero con gran dedicación y, a base de esfuerzos, lograron destacar en el ejercicio profesional y en la enseñanza, convirtiéndose en los médicos del siglo, entre ellos los doctores Ignacio Chávez, Abraham Ayala González, Aquilino Villanueva, Leonides Guadarrama, Miguel Bustamante, Gustavo Baz, Federico Gómez, Gastón Melo, Salvador Zubirán, Raoul Fournier, por mencionar sólo algunos, quienes para poder enseñar los conceptos propios de cada especialidad, tuvieron primero que aprender, pero sin maestros, pues nadie tenía los conocimientos necesarios en cada rama, de tal manera que tuvieron que ser, por necesidad, autodidactas.

Esta inclinación por empezar a interesarse en las especialidades fue consecuencia de la explosión de conocimientos que se produjo después de la Primera Guerra Mundial. Por aquel entonces el centro hospitalario máximo de nuestro país era el Hospital General de México, el cual había sido fundado en 1905 y, en el año de 1923, tres jóvenes que contaban apenas con tres o cuatro años de haberse recibido de médicos, el Dr. Ignacio Chávez, el Dr. Aquilino Villanueva y el Dr. Abraham Ayala González, se empezaron a interesar por el estudio y la atención especial de enfermos con padecimientos de los aparatos cardiovascular, urinario y digestivo respectivamente.

A finales de 1923 y principios de 1924 otros disturbios que provocaron un movimiento armado hicieron que en el Hospital General se cesara a catorce médicos, se redujeran aun más los recursos económicos y las plazas de personal técnico. Como muestra de inconformidad, el director del hospital renunció y fue substituido por un médico ginecólogo que no pudo controlar la situación, la cual se prolongó hasta que el Presidente de la República, Gral. Álvaro Obregón, delegó la responsabilidad de las funciones asistenciales del Distrito Federal, -que hasta entonces dependían de la Secretaría de Gobernación-, a una Junta de Beneficencia Pública, constituida por personas ajenas a la administración gubernamental, con fondos propios y que tendría una relación directa con el Presidente de la República.

Este nuevo organismo designó entonces como Director del Hospital General al Dr. Genaro Escalona, quien había trabajado ahí desde muy joven y que ya antes había sido director por breve tiempo en 1918.
El Dr. Escalona, gran conocedor de las aptitudes y de la dedicación de los médicos de su hospital, sentó las bases de tres especialidades médicas, al designar, seguramente en noviembre o diciembre de 1924, “el establecimiento de pabellones exclusivamente para enfermos de vías urinarias altas, cardiovasculares y digestivas, cuya atención ha quedado respectivamente encomendada a los estimables jóvenes médicos, don Aquilino Villanueva, don Ignacio Chávez y don Abraham Ayala González”.

Estas célebres palabras probablemente fueron comunicadas sólo verbalmente puesto que el maestro Pedro Ramos, dedicado a la investigación histórica de este acontecimiento, no encontró registro oficial en el hospital, pero las encontró consignadas en el primer número de la Revista de Ciencias Médicas, órgano oficial de los establecimientos de Beneficencia del Distrito Federal que fue publicado en noviembre-diciembre de 1925.

Con esta histórica disposición, el Dr. Escalona inició en México la era de las especialidades en medicina, entre ellas la gastroenterología, pero al mismo tiempo ponía en manos de los doctores mencionados una enorme responsabilidad, sin imaginar tal vez que a la postre los tres serían especialistas excepcionalmente brillantes, los tres serían directores del Hospital General y que el Dr. Aquilino Villanueva y el Dr. Abraham Ayala llegarían a ocupar el puesto máximo que podía alcanzar un médico mexicano, el de Jefe del Departamento de Salubridad.

Así se inició lo que constituye el primer período de la gastroenterología mexicana comprendido entre 1925 (con la asignación de un pabellón especial para la atención de enfermos del aparato digestivo) y la fundación de la Asociación Mexicana de Gastroenterología en 1935.

En estos diez años, partiendo casi de la nada, se empezaron a reunir los elementos que constituían la especialidad, es decir, la clínica, el laboratorio, la radiología, la endoscopia y la cirugía, elemento este último que fue característico de la gastroenterología mexicana y que se implementó más como una imperiosa necesidad por la convicción de hacer la especialidad más completa, debido a que en México no había cirujanos como ocurría en otros países. La gastroenterología mexicana en sus albores, tuvo que ser así, por necesidad, médico-quirúrgica.

Algún tiempo después, el maestro Abraham Ayala González escribió en la Revista de Gastroenterología de México un artículo titulado “Historia de la Gastroenterología. La Gastroenterología en México”, en el cual comentó que los conocimientos de la patología del aparato digestivo hasta los primeros decenios del presente siglo eran comprendidos dentro de la llamada Medicina Interna y que los maestros de la medicina interna mexicana eran médicos generales y en otra ocasión, refiriéndose a las dificultades que afrontaron para lograr su superación profesional, escribió: “Éramos entonces unos improvisados para los padecimientos del esófago, principiando entonces nuestro trabajo en ese campo de acción desconocido para nosotros, sin contar con alguien que nos pudiese aconsejar en esta difícil especialidad”.

La posición profesional del maestro Abraham Ayala González fue excepcionalmente distinguida y logró ocupar además los puestos políticos más elevados, primero Secretario General y después Jefe del Departamento de Salubridad, cargo este último que ocupó del 1o. de diciembre de 1934 al 6 de junio de 1935.

Por esa época precisamente, se estaba organizando una importante sociedad médica, el American College of Gastroenterology y el Dr. Abraham Ayala recibió la invitación del Dr. William Nimeh para organizar el Capítulo Mexicano de esa agrupación (comunicación personal del Dr. Pedro Ramos). Este hecho, aunado a los progresos que había tenido ya la gastroenterología mexicana, seguramente hizo cristalizar en él la idea de formar una sociedad mexicana de la especialidad. El maestro Ayala, sin embargo, declinó elegantemente tan atractiva invitación, porque pensaba formar más bien una sociedad mexicana. Poco tiempo después, se vio obligado a dejar el puesto de Jefe del Departamento de Salubridad el día 6 de junio de 1935, debido a que el C. Presidente de la República, Gral. Lázaro Cárdenas, solicitó la renuncia a todos los miembros de su gabinete como consecuencia de los conflictos políticos que se habían suscitado con el jefe máximo de la revolución, el Gral. Plutarco Elías Calles.

Este suceso no constituyó, sin embargo, ningún obstáculo para que exactamente 40 días más tarde el maestro Abraham Ayala González fundara junto con 17 médicos más, el día 16 de julio de 1935, la Asociación Mexicana de Gastroenterología en el Hospital General de México. De esta manera, la Asociación quedó fundada como sigue:

Presidente: Dr. Abraham Ayala González. Socios Fundadores: Drs. Alfonso Acevedo Olvera, Salvador Ávila, Francisco Bassols, Rafael Blanc, Armando Bustos Naude, Carlos Coqui, Alberto Cancino, Jorge Flores López, Leonides Guadarrama, Soledad Luna de Gamboa, Enrique Madrigal, Raúl Meurine, Ignacio Millán, Guillermo Montaño, Pablo Ortega, Mario Quiñones Huertero y Alfonso Rojas.

A partir de la fundación de la Asociación se distinguen claramente dos períodos en su historia. Durante el primero, comprendido de 1935 a 1958 y presidido por su fundador, la gastroenterología mexicana fue plenamente constituida, fue reconocida como especialidad y se integró sólidamente con diferentes corrientes que le dieron un gran prestigio nacional e internacional. A este período el Dr. Manuel I. Fierro le llama periodo de formación. En el segundo período que comprende de 1958 hasta la actualidad, la gastroenterología continuó su desarrollo de constante progreso, se admitieron desde entonces médicos de diferentes procedencias con dedicación a especialidades afines a la gastroenterología y las Mesas Directivas, en ordenado relevo han mantenido hasta la fecha una política de unión y armonía entre todos los gastroenterólogos mexicanos. A este periodo, el mismo Dr. Fierro le llama periodo de expansión.

En el primer periodo, es decir de 1935 a 1958, las actividades de la Asociación fueron muy productivas. Existen, sin embargo, pocas fuentes de información y estas se encuentran principalmente en la Revista de Gastroenterología de México, que les dio gran difusión. Gracias a la revista y a las aportaciones resultantes de investigación histórica que han hecho maestros como el Dr. Pedro Ramos, el Dr. Eduardo Barroso, el Dr. Rafael Muñoz Kapellmann, el Dr. Manuel I. Fierro y la Dra. María Elena Anzures, entre otros, hemos podido llegar a conocer la historia de nuestra Asociación en esta primera época.

Algún tiempo después, el maestro Abraham Ayala González escribió en la Revista de Gastroenterología de México un artículo titulado “Historia de la Gastroenterología. La Gastroenterología en México”, en el cual comentó que los conocimientos de la patología del aparato digestivo hasta los primeros decenios del presente siglo eran comprendidos dentro de la llamada Medicina Interna y que los maestros de la medicina interna mexicana eran médicos generales y en otra ocasión, refiriéndose a las dificultades que afrontaron para lograr su superación profesional, escribió: “Éramos entonces unos improvisados para los padecimientos del esófago, principiando entonces nuestro trabajo en ese campo de acción desconocido para nosotros, sin contar con alguien que nos pudiese aconsejar en esta difícil especialidad”.
La posición profesional del maestro Abraham Ayala González fue excepcionalmente distinguida y logró ocupar además los puestos políticos más elevados, primero Secretario General y después Jefe del Departamento de Salubridad, cargo este último que ocupó del 1o. de diciembre de 1934 al 6 de junio de 1935.

Por esa época precisamente, se estaba organizando una importante sociedad médica, el American College of Gastroenterology y el Dr. Abraham Ayala recibió la invitación del Dr. William Nimeh para organizar el Capítulo Mexicano de esa agrupación (comunicación personal del Dr. Pedro Ramos). Este hecho, aunado a los progresos que había tenido ya la gastroenterología mexicana, seguramente hizo cristalizar en él la idea de formar una sociedad mexicana de la especialidad. El maestro Ayala, sin embargo, declinó elegantemente tan atractiva invitación, porque pensaba formar más bien una sociedad mexicana. Poco tiempo después, se vio obligado a dejar el puesto de Jefe del Departamento de Salubridad el día 6 de junio de 1935, debido a que el C. Presidente de la República, Gral. Lázaro Cárdenas, solicitó la renuncia a todos los miembros de su gabinete como consecuencia de los conflictos políticos que se habían suscitado con el jefe máximo de la revolución, el Gral. Plutarco Elías Calles.

Este suceso no constituyó, sin embargo, ningún obstáculo para que exactamente 40 días más tarde el maestro Abraham Ayala González fundara junto con 17 médicos más, el día 16 de julio de 1935, la Asociación Mexicana de Gastroenterología en el Hospital General de México. De esta manera, la Asociación quedó fundada como sigue:

Presidente: Dr. Abraham Ayala González. Socios Fundadores: Drs. Alfonso Acevedo Olvera, Salvador Ávila, Francisco Bassols, Rafael Blanc, Armando Bustos Naude, Carlos Coqui, Alberto Cancino, Jorge Flores López, Leonides Guadarrama, Soledad Luna de Gamboa, Enrique Madrigal, Raúl Meurine, Ignacio Millán, Guillermo Montaño, Pablo Ortega, Mario Quiñones Huertero y Alfonso Rojas.
A partir de la fundación de la Asociación se distinguen claramente dos períodos en su historia. Durante el primero, comprendido de 1935 a 1958 y presidido por su fundador, la gastroenterología mexicana fue plenamente constituida, fue reconocida como especialidad y se integró sólidamente con diferentes corrientes que le dieron un gran prestigio nacional e internacional. A este período el Dr. Manuel I. Fierro le llama periodo de formación. En el segundo período que comprende de 1958 hasta la actualidad, la gastroenterología continuó su desarrollo de constante progreso, se admitieron desde entonces médicos de diferentes procedencias con dedicación a especialidades afines a la gastroenterología y las Mesas Directivas, en ordenado relevo han mantenido hasta la fecha una política de unión y armonía entre todos los gastroenterólogos mexicanos. A este periodo, el mismo Dr. Fierro le llama periodo de expansión.

En el primer periodo, es decir de 1935 a 1958, las actividades de la Asociación fueron muy productivas. Existen, sin embargo, pocas fuentes de información y estas se encuentran principalmente en la Revista de Gastroenterología de México, que les dio gran difusión. Gracias a la revista y a las aportaciones resultantes de investigación histórica que han hecho maestros como el Dr. Pedro Ramos, el Dr. Eduardo Barroso, el Dr. Rafael Muñoz Kapellmann, el Dr. Manuel I. Fierro y la Dra. María Elena Anzures, entre otros, hemos podido llegar a conocer la historia de nuestra Asociación en esta primera época.

La revista de nuestra Asociación se empezó a editar tan sólo dos meses después de su fundación y apareció antes que la revista Gastroenterology que, aunque había tenido otras revistas predecesoras, se empezó a editar como tal en enero de 1943. El primer número de nuestra revista se editó el 15 de septiembre de 1935 con el nombre de Revista de Gastro-Enterología, con un editorial escrito por el maestro Abraham Ayala González alusivo a la fundación de la Asociación, tres artículos de gastroenterología por los doctores Abraham Ayala González, Mario Quiñones y Carlos Coqui respectivamente, además de información bibliográfica.

A partir del segundo número nuestra revista se editó ya con el nombre de Revista de Gastro-Enterología de México. El Director y Fundador fue el Dr. Abraham Ayala González y el Gerente el Dr. Alberto Cancino C. Se publicaba bimestralmente y su costo anual de suscripción era de $5.00 M. N., $2.50 dólares para el extranjero y $2.50 M. N. para los estudiantes.

A partir del segundo número nuestra revista se editó ya con el nombre de Revista de Gastro-Enterología de México. El Director y Fundador fue el Dr. Abraham Ayala González y el Gerente el Dr. Alberto Cancino C. Se publicaba bimestralmente y su costo anual de suscripción era de $5.00 M. N., $2.50 dólares para el extranjero y $2.50 M. N. para los estudiantes.

Las sesiones académicas de la Asociación se realizaron durante años en el Hospital General y algunas veces se llevaban al cabo en la casa del Dr. Abraham Ayala González, mismas que culminaban con una sesión musical o cultural.

En el año de 1936 ingresó, después de los Fundadores, el primer miembro a la Asociación, el Dr. José Ramírez Ulloa, médico del Hospital General Militar de México.

La actividad académica de la Asociación desde su inicio fue muy productiva y muestra de ello es que del 17 al 30 de septiembre de 1936 se impartió en el Hospital General el Primer Curso para Graduados, tuvo un costo de inscripción de 20 pesos, se impartieron 25 conferencias, se inscribieron 28 médicos y un pasante de medicina y dejó utilidades por la cantidad de $560.00 M.N. que se reinvirtieron en la Asociación en apoyo a sus actividades científicas.

Todos los siguientes cursos de graduados fueron organizados por la Sociedad Médica del Hospital General, con la cooperación de la Asociación Mexicana de Gastroenterología y tenían como objetivo actualizar a los médicos en gastroenterología y desde luego en cirugía, debido a que no había cursos formales de la especialidad y asistían médicos procedentes de diferentes lugares.

Dos años después de la fundación de la Asociación ocurrió un trascendente acontecimiento. El día 23 de junio de 1937, el Director del Hospital General, Dr. Ignacio Chávez, fundó en ese hospital el primer servicio de gastroenterología, en un pabellón que antes había estado dedicado al servicio de maternidad; contó con 80 camas y se le equipó con laboratorio, endoscopia, rayos X y cirugía.

El servicio quedó instalado en dos pisos, en la planta alta se atenderían los enfermos de aparato digestivo bajo y en la planta baja los de aparato digestivo alto.

La remodelación fue completa y los pabellones alojaban ahora a los enfermos de dos en dos para ofrecer una atención más privada, contaba con un equipo de rayos X, una cocina para la preparación de las dietas, una pequeña biblioteca, una sala de esterilización y un anfiteatro de operaciones.

El Dr. Abraham Ayala González, que fue designado Jefe de Servicio, dio instrucciones precisas a la Srita. Esperanza Martínez, quien estaba a cargo del quirófano, para no permitir a nadie pasar en ropa de calle más allá de los lavabos – como antes se acostumbraba -, ni siquiera a quienes iban sólo a observar las operaciones.

Pocos años después de fundada la Asociación vendría a desaparecer aquella forma tan peculiar, autodidacta, de aprender la especialidad.

Los tiempos habían cambiado y los médicos tenían entonces ya oportunidades para aprender la medicina moderna en otros países y así, en el decenio de los años cuarenta, siendo Presidente de la República el Gral. Don Manuel Ávila Camacho y Secretario de Salubridad el Dr. Gustavo Baz, muchos médicos tuvieron oportunidad de ir como becarios a Estados Unidos de América, al mismo tiempo que en México se creaba una red de hospitales y se fundaban el Instituto Nacional de Cardiología y el Hospital de Enfermedades de la Nutrición.

Este último nació en el Pabellón 9 del Hospital General, en el costado oriente, sobre la calle de Dr. Jiménez 261.

El Diario Oficial de la Federación del sábado 30 de diciembre de 1944 anunció su creación y la fundación oficial se llevó al cabo el día 12 de octubre de 1946.

Otro sobresaliente acontecimiento, ligado íntimamente a la historia de nuestra Asociación fue la creación por el doctor Ayala del Instituto para la Organización de Congresos Mexicanos de Medicina, en 1946, producto de la mente visionaria del maestro, con la idea de continuar los congresos nacionales que, por circunstancias especiales como la desaparición de la Asociación Médica Mexicana y su transformación en el Sindicato Nacional, se habían interrumpido. El Instituto para la Organización de Congresos Mexicanos de Medicina organizó el Primer Congreso en 1946. El temario que se presentó en este Congreso fue sobre las relaciones entre la clínica y el laboratorio y en él presentaron por primera vez sus trabajos los médicos del Hospital de Enfermedades de la Nutrición, recién fundado en ese mismo año.

El Segundo Congreso se realizó en 1947 y comprendió temas sobre medicina tropical y el Tercer Congreso se llevó al cabo en 1948, trató sobre Gastroenterología y Nutriología y se desarrollaron los temas de úlcera gastroduodenal, dieta del mexicano, hígado y nutrición, diarreas, y proteínas y aminoácidos. En 1949 se impartió un Curso de Gastroenterología Médico Quirúrgica y por esos tiempos el Dr. Ayala había luchado por fundar el Instituto Nacional de Gastroenterología. Su proyecto tuvo gran apoyo oficial y de hecho, el Sr. Presidente de la República, Lic. Miguel Alemán, expidió el Decreto de Ley el 30 de diciembre para su construcción. El maestro Ayala insistió en que el Instituto Nacional de Gastroenterología se construyera dentro del Hospital General de México, se iniciaron las excavaciones en el terreno del costado poniente, en las calles de Dr. Pasteur y la hoy Avenida Cuauhtémoc, pero más tarde el proyecto no tuvo el apoyo esperado y se suspendió definitivamente.

En ese mismo año, 1949, la Asociación daba a la luz otra obra editorial de gran importancia, la revista Hígado y Bazo, Revista Médica Especializada Patrocinada por la Asociación Mexicana de Gastroenterología, por iniciativa del Dr. Norberto Treviño Zapata, la cual dejó de publicarse en 1965.